El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) informó que la influenza aviar afectó gravemente dos granjas avícolas argentinas en el día de ayer. Los establecimientos perjudicados se encuentran ubicados en la localidad de Mainqué (Río Negro) y el paraje La Polola (próximo a la ruta 88 en Mar del Plata). Se registró la muerte de 240.000 gallinas en el primer sitio y unas 20.000 en el segundo.
En ambos casos, los decesos se debieron tanto a la propia infección como al despoblamiento sanitario consecuente a la detección de la misma. Este último es una medida sanitaria que conlleva el sacrificio de los animales. En Mainqué ningún ave sobrevivió tras el procedimiento, mientras que en la granja marplatense pudo rescatarse a 20 o 30 aves que fueron enviadas a Buenos Aires.
El país abandonó su estado “libre de gripe aviar” el pasado primero de marzo, cuando se confirmó el primer positivo en aves de corral. Desde entonces, las exportaciones de productos avícolas fueron suspendidas, cumpliendo con las normas internacionales. Sin embargo, el comercio interno se mantiene, dado que la enfermedad no se transmite por el consumo de carne de pollo y huevos. Aunque, debido a las grandes pérdidas, se prevé un aumento en el precio de tales productos.
Esta cepa del virus influenza infecta principalmente a las aves. Causa una enfermedad grave y de veloz contagio, generando altas tasas de mortalidad. No implica una amenaza para la salud humana, existiendo escasas transmisiones: en los últimos 20 años se registraron 868 casos en personas y 457 muertes a nivel mundial. Corren cierto riesgo aquellos que tienen contacto directo con animales contagiados o ambientes contaminados, sin las protecciones correspondientes.
La detección de gripe aviar requiere, obligatoriamente, notificación inmediata al SENASA. Esta puede realizarse recurriendo a la oficina local, o bien, a través de la aplicación “Notificaciones Senasa”, el correo electrónico “notificaciones@senasa.gob.ar”, o el apartado “Avisá al Senasa” en su página web.