Donald Trump recibió, recientemente, una acusación formal por parte de un Gran Jurado de Nueva York. El mismo se basaría en un pago a una exactriz de contenido para adultos, realizado en 2016 y consistente en US$130.000 para comprar su silencio. El político se convirtió así en el primer expresidente de Estados Unidos en enfrentar cargos penales.
Stormy Daniels, estrella pornográfica, asegura que tuvo relaciones sexuales con el republicano, poco antes de las elecciones presidenciales que lo condujeron a la Casa Blanca. Al tratarse de un encuentro extramarital, esto hubiese generado gran escándalo al llegar a oídos de la señora Trump o del pueblo expectante en plena campaña. Por ello, según la mujer afirma, el entonces abogado del empresario le habría entregado dinero para asegurarse de que nada saliera a la luz.
Si bien el arreglo como tal no saldría del marco legal, el problema reside en que el expresidente lo registró en sus gastos de negocios. Es esta posible falsificación de información la que Alvin Bragg, fiscal demócrata del distrito de Nueva York, quiere presentar frente a un juez. Entretanto, la fiscal general de la misma ciudad y partido, Letitia James, dirige una investigación para evaluar si la Organización Trump cometió actos fraudulentos.
Ya a mediados de marzo, el político publicó una serie de mensajes alarmantes en la red social de su autoría. El sábado 18 escribió en “Truth Social”: “Los anarquistas de izquierda radical nos han robado nuestras elecciones presidenciales, y con ellas, el corazón de nuestro país. Los patriotas estadounidenses están siendo arrestados y mantenidos en cautiverio como animales, mientras que a los criminales y matones de izquierda se les permite vagar por las calles”. Luego aludió a su propio futuro, advirtiendo que “el candidato republicano y expresidente de los Estados Unidos de América será arrestado el martes de la próxima semana”. Llamó, entonces, a que sus seguidores se movilizaran: “¡Recupera nuestra Nación! ¡Debemos salvar América! ¡Protesta, protesta, protesta!”.
Trump niega las acusaciones y sus representantes legales afirman que estas tienen motivaciones políticas. Lo cierto es que, aunque los cargos e inclusive una condena no impedirían que el empresario se postulara para ser electo presidente, la situación podría afectar su imagen. Esto ya sea de manera negativa o positiva, puesto que algunos expertos sostienen que la controversia podría asegurarlo como figura dominante de su partido. “Los demócratas han mentido, engañado y robado en su obsesión por tratar de ‘atrapar a Trump’, pero ahora han hecho lo impensable: acusar a una persona completamente inocente en un acto de evidente interferencia electoral”, manifestó el procesado.
El juicio se llevará a cabo este martes, en el Tribunal Penal de Manhattan. Al republicano se le dará a conocer sus derechos y luego se leerán alrededor de treinta cargos de corrupción empresarial en su contra. Susan Necheles, abogada miembro del equipo Trump, indica que el exmandatario se presentará efectivamente, en una especie de “rendición voluntaria”.