El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una nueva amenaza a Rusia este miércoles, afirmando que el país enfrentará “altos niveles de impuestos, aranceles y sanciones” si el presidente ruso, Vladímir Putin, no pone fin a la guerra en Ucrania. Esta advertencia, realizada a través de su red social Truth Social, fue respondida por el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien expresó que Rusia está dispuesta a mantener un “diálogo mutuamente respetuoso” con los Estados Unidos, pero aclaró que aún esperan señales desde Washington para concretarlo.
Trump critica la prolongación de la guerra y pide un acuerdo rápido
Trump, quien ha mantenido una postura crítica sobre la guerra en Ucrania, expresó su “amor” por el pueblo ruso y aseguró tener una “buena relación” con Putin, pero dejó en claro su desaprobación sobre la prolongación del conflicto. “¡DETENGA esta ridícula Guerra! SOLO VA A EMPEORAR. Si no llegamos a un ‘acuerdo’, y pronto, no tengo otra opción que poner altos niveles de impuestos, aranceles y sanciones sobre cualquier cosa que sea vendida por Rusia a Estados Unidos y varios otros países participantes”, escribió Trump en su publicación. Además, insistió en que era “hora de hacer un trato” y destacó que no se deben perder más vidas.
El contexto de las sanciones y la respuesta de Peskov
El mandatario estadounidense, quien ha sido un firme crítico de la gestión de Joe Biden en relación con el conflicto, sugirió que la guerra podría resolverse de manera inmediata si se llegara a un acuerdo entre las partes involucradas. “Si soy presidente, tendré esa guerra resuelta en un día, 24 horas. Esa es una guerra que urge por resolverse”, aseguró Trump en diversas ocasiones, incluso antes de asumir el cargo. Sin embargo, no detalló de qué manera lograría su propuesta.
La amenaza de Trump no es una novedad, ya que durante su mandato anterior había impuesto sanciones económicas a Rusia. No obstante, las medidas propuestas ahora parecen ser más drásticas. A pesar de que Rusia ya enfrenta un amplio abanico de sanciones internacionales, que incluyen restricciones a bancos, empresas de la industria militar y a sectores clave de la economía rusa, Trump sugirió que podrían imponerse aún más aranceles y restricciones sobre productos específicos que Rusia vende a Estados Unidos, como los fertilizantes y el platino.
Desde el Kremlin, Dmitri Peskov no se mostró sorprendido por la postura de Trump y remarcó que “a él le gustan esos métodos”, en referencia a las amenazas de sanciones, las cuales habían sido recurrentes durante su primer mandato. Peskov también destacó la disposición de Rusia para entablar un diálogo, aunque subrayó que la pelota está en el lado de Estados Unidos, ya que no han recibido aún señales claras de Washington para iniciar las conversaciones.
La postura de Rusia sobre las causas del conflicto
En respuesta a las amenazas de Trump, el embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dimitri Polyanskiy, argumentó que la situación no se resuelve simplemente con un alto el fuego, sino que se deben abordar las “causas profundas de la crisis ucraniana”. “Tenemos que ver qué significa el ‘acuerdo’ en el razonamiento del presidente Trump”, señaló Polyanskiy. En este sentido, el embajador recordó que Estados Unidos ha estado suministrando asistencia económica y militar a Ucrania desde el inicio del conflicto en 2022, y esa situación debe ser tomada en cuenta en cualquier acuerdo de paz.
El presidente Putin ha expresado en varias ocasiones su disposición a negociar el fin de la guerra, pero ha dejado en claro que Rusia no aceptará condiciones desfavorables. Una de las principales demandas de Moscú es que Ucrania mantenga un estatus de neutralidad, sin alinearse con la OTAN o con Occidente, y que reconozca el control ruso sobre el 20% de su territorio, incluyendo las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, que fueron ilegalmente anexadas por Rusia.
A nivel interno, en Rusia se han escuchado voces que sugieren que el Kremlin podría estar preparado para aceptar un acuerdo menos favorable que la “victoria” total prometida inicialmente. Margarita Simonyan, una comentarista pro-Putin, ha hablado de la posibilidad de ceder en algunas de las demandas iniciales, como la consolidación de la actual línea del frente, lo que podría implicar la permanencia de Ucrania en gran parte de esos territorios disputados.
Reacciones internacionales y expectativas sobre el fin del conflicto
Por su parte, el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Andriy Sybiha, ha expresado su apoyo a los intentos de Trump de poner fin a la guerra, aunque advirtió que cualquier acuerdo de paz debe ser “justo” y garantizar la soberanía de Ucrania. En su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos, Sybiha celebró los mensajes contundentes de Trump y expresó la esperanza de que pueda aportar una nueva dinámica a los esfuerzos diplomáticos para lograr una paz duradera.
Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha señalado que cualquier acuerdo de paz debería incluir la presencia de tropas de paz internacionales, idealmente bajo el liderazgo de Estados Unidos, para garantizar que Rusia no continúe con sus agresiones. Zelensky también admitió que, en un posible acuerdo, Ucrania podría verse obligada a ceder temporalmente algunos de los territorios ocupados por las fuerzas rusas, pero subrayó que cualquier acuerdo debe incluir garantías de seguridad claras.
La propuesta de Trump sobre la resolución rápida del conflicto
Este nuevo capítulo en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos abre un escenario incierto en el que las potencias involucradas siguen negociando una solución para el conflicto que ha causado miles de muertes y desplazamientos. En el horizonte, se perfilan posibles diálogos, pero la viabilidad de un acuerdo sigue siendo incierta, mientras los combates continúan en el este de Ucrania y en otras regiones clave del conflicto.