Después de siete años de restricciones, el Gobierno liberó la compra de dólares y puso en marcha un sistema de flotación dentro de una banda controlada. También avanzó en una nueva etapa del plan económico y anunció medidas clave para importadores, exportadores y usuarios comunes.
Desde este lunes 14 de abril, el cepo cambiario dejó de regir en la Argentina. El Banco Central eliminó la mayoría de las restricciones para adquirir divisas extranjeras, tanto para personas físicas como jurídicas. Se habilitó la compra sin tope a través de canales digitales y se instauró un régimen de flotación con una banda entre $1000 y $1400 por dólar.
Un cambio de reglas después de siete años
El nuevo esquema, oficializado por la comunicación A 8226 del BCRA, permite comprar dólares libremente a través de home banking y apps bancarias, sin límite mensual. La única excepción es la compra en efectivo por ventanilla, que seguirá limitada a US$100 por mes y requerirá la firma de una declaración jurada.
También se eliminaron restricciones impuestas durante la pandemia, como las relacionadas con subsidios o empleos públicos. Las entidades financieras comenzaron a notificar a sus clientes sobre los cambios y aclararon que quienes deseen ahorrar en dólares deberán demostrar capacidad económica.
Flotación administrada y actualización mensual
El nuevo sistema de flotación fija una banda móvil entre $1000 y $1400, que se actualizará un 1% cada mes. Según explicaron el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del BCRA, Santiago Bausili, el objetivo es reducir paulatinamente la intervención estatal en el mercado cambiario sin generar saltos bruscos.
Con este esquema, el Banco Central busca avanzar hacia una mayor previsibilidad. A medida que la banda se ensanche, el margen de intervención oficial se reducirá. La medida forma parte de la llamada “Fase 3” del plan económico.
Impacto sobre precios y consumo
La eliminación del cepo también trajo consecuencias directas en el consumo de servicios digitales y turismo. Ya no rige el impuesto del 30% sobre compras en dólares para servicios como Netflix, Spotify o Amazon, que ahora se facturan al dólar oficial al cierre del resumen. El “dólar tarjeta”, como se conocía hasta ahora, quedó fuera de circulación.
Los consumos realizados antes del 14 de abril aparecerán con la percepción detallada, pero calculada sobre la cotización oficial anterior al cierre. A futuro, todos los pagos se harán al dólar oficial, sin recargos.
Cambios para exportadores e importadores
Con la Fase 3 también se suprimió el régimen del “dólar blend” que permitía a los exportadores liquidar parte de sus ingresos al tipo de cambio financiero. Desde ahora, deberán hacerlo completamente dentro del mercado oficial.
Además, las nuevas importaciones registradas desde este lunes podrán acceder de forma inmediata al mercado libre de cambios (MLC). Se flexibilizaron las condiciones para MiPyMEs, bienes de capital no suntuarios y servicios contratados con el exterior.
El plazo mínimo para pagos entre empresas vinculadas se redujo de 180 a 90 días. También se eliminó el tope a la formación de activos externos en operaciones de energía y combustible, y se implementó una notificación obligatoria para movimientos superiores a US$100.000.
Nuevos bonos para saldar deudas
El Banco Central anunció además que trabaja en una nueva serie de Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL). Serán emitidos en pesos y podrán utilizarse para cancelar deudas comerciales o dividendos pendientes de pago anteriores a 2025.
Un acuerdo clave con el FMI
Todo este rediseño económico se apoya en un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por US$20.000 millones. De ese total, US$15.000 millones llegarán este año, con un primer desembolso de US$12.000 millones previsto para este martes.
El Gobierno también prevé aportes del Banco Mundial y el BID, que reforzarán las reservas y sostendrán la transición hacia un mercado de cambios sin restricciones.