Con amplio respaldo opositor y resistencia del kirchnerismo, la Cámara alta debate una norma impulsada por la sociedad civil que marcaría un antes y un después en la política argentina
En una sesión cargada de tensión política, el Senado de la Nación se encamina a convertir en ley el proyecto conocido como “Ficha Limpia”, que impedirá que personas con condena firme en segunda instancia por delitos de corrupción contra la administración pública puedan ser candidatas a cargos electivos o ejercer funciones públicas nacionales. La medida, aprobada previamente en la Cámara de Diputados, recibió el apoyo de todas las bancadas, excepto del kirchnerismo.
Un mensaje a la ciudadanía
La iniciativa modifica la Ley Orgánica de los Partidos Políticos y el Código Electoral Nacional. Establece que el impedimento para ser candidato o funcionario regirá durante el tiempo que dure la condena, a partir de su confirmación en segunda instancia. La nómina de delitos abarca cohecho, tráfico de influencias, malversación, exacciones ilegales y otras violaciones dolosas contra el Estado.
“Esto concierne a la ética pública”, señaló la senadora Alejandra Vigo (Córdoba), presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales. “Es una herramienta para evitar que se utilice la política como refugio de impunidad”.
El kirchnerismo, en contra
El bloque de Unión por la Patria fue el único que rechazó el proyecto. Sus legisladores denunciaron que la norma busca “proscribir” a Cristina Fernández de Kirchner, condenada en 2022 por administración fraudulenta en la causa Vialidad. Senadores como Silvia Sapag y Juliana Di Tullio acusaron a la mayoría parlamentaria de intentar excluir a la expresidenta del escenario electoral. “¿En serio le van a quitar al pueblo el derecho a elegir a sus representantes?”, cuestionó Sapag. Di Tullio fue más allá: “Este ‘pasito’ es proscribir a la jefa del peronismo”.
El kirchnerismo también intentó bloquear la votación impulsando otros temas, como el escándalo por el caso $LIBRA que involucra a funcionarios del Ejecutivo nacional, sin lograr modificar la agenda de la sesión.
Apoyo transversal y reclamo social
La vicepresidenta Victoria Villarruel, a cargo de la Cámara alta, habilitó el tratamiento tras varios intentos frustrados. La sesión se concretó con el respaldo de La Libertad Avanza, Pro, UCR y bloques provinciales.
Senadores como Carolina Losada (UCR) y Guadalupe Tagliaferri (Pro) destacaron que se trata de una ley “ciudadana” y no partidaria. “Esta norma no es de un gobierno ni de un partido, es de los argentinos que reclaman transparencia”, afirmó Losada. “Es un mensaje claro: la política no es un refugio para los corruptos”, sentenció Tagliaferri.
Un cambio estructural en la política
La sanción de Ficha Limpia representa una respuesta institucional a un reclamo sostenido por organizaciones civiles desde hace años. Con este paso, Argentina se suma a una tendencia internacional que busca cerrar la puerta de la política a los condenados por corrupción, en un intento por recomponer la credibilidad del sistema democrático.
El debate continuará en las próximas horas, pero el escenario está claro: la mayoría del Senado apuesta por una nueva regla de juego. Una que, esta vez, no se negocia. ¿Será finalmente ley? Todo indica que sí.