En horas del mediodía, mediante un mensaje emitido en cadena nacional, el presidente Alberto Fernández se expresó respecto a las recientes decisiones de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN). “Las elecciones de las provincias de San Juan y Tucumán que fueron suspendidas, dejan a la democracia como rehén de un grupo de jueces que no observan criterios de justicia” y que cada día “están más implicados en severas irregularidades administrativas y en maniobras que sirven a la actual oposición”.
El dirigente indicó que la decisión afecta “dos provincias en las que se proyectaba el triunfo del peronismo” y que se habrían sumado a la lista de “triunfos del oficialismo” de los últimos comicios. “El poder judicial tiene que entender que no puede manipular los tiempos electorales bajo el pretexto de salvar los principios republicanos”, acorde a los intereses de “sus amigos políticos o empresarios”.
El mandatario afirmó que “los jueces que aceptaron ser designados por decreto de Mauricio Macri siguen respondiendo a sus órdenes”. En línea con el comunicado publicado anoche desde la Casa Rosada, resaltó que el fallo devino “inmediatamente después” de que el expresidente “tratara de feudos a las provincias norteñas en las que su espacio político preveía una derrota”. Asimismo, acusó al Tribunal Supremo de adecuarse a “las necesidades políticas de la oposición”, en un “carácter antidemocrático” y “profunda desatención al régimen federal”.
“El criterio de justicia se ha degradado”, sentenció el presidente argentino. Señaló que la CSJN no respeta la libertad de poderes, avasalla al federalismo y la autonomía provincial, y atenta contra el derecho ciudadano de la democracia. “No es casual que hayan dictado la suspensión de los comicios en el mismo momento en que se desarrollaba una sesión de juicio político en el Congreso”, en el cual se denunciaba “miembros de la Corte por supuesta corrupción en el manejo de los fondos públicos”.
Mencionó también la reunión en Lago Escondido, el desconocimiento del patrimonio de los magistrados, la toma ilegal del Consejo de la Magistratura, el dictado del “beneficio del 2 x 1 a los genocidas”, y la intromisión en propiedades de la coparticipación. Incluso indicó que tales funcionarios persiguen “de forma sistemática a la vicepresidenta de la nación con argumentos forzados”.
Además, Fernández se dirigió directamente al presidente de la Corte, Horacio Rosatti, quien previamente opinó sobre cómo debería procederse en cuanto a la emisión monetaria. “Quiero decirle dos cosas: en primer lugar, no tiene autoridad, no tiene facultades, no tiene conocimientos para opinar sobre el rumbo de la política económica del gobierno”, sentenció. “En segundo lugar, si tanto interés tiene”, prosiguió, “debería pedirles a los tribunales inferiores que agilice todas las causas sobre la investigación de la deuda que tomó Mauricio Macri sin ser tratadas por el Congreso”. “Desconocen la división de poderes”.
A partir de todo ello, el líder político determinó: “necesitamos una reforma profunda e integral de la justicia”. Informó entonces que se enviaron leyes al Congreso, con el objetivo de “mejorar el funcionamiento de la justicia federal, la reforma del Consejo de la Magistratura, la designación del procurador general y la ampliación de la Corte Suprema”. Advirtió que este es “el único camino que tenemos para poner fin a este sistema donde un puñado de jueces se erigen en seres todopoderosos”.
Finalmente, Fernández llamó a la población a proclamarse en defensa de la democracia, en un “grito unívoco”. Y aclaró que acompañará “las decisiones que tomen los gobiernos provinciales ante estos hechos”. Concluyó exclamando: “Quiero decirle a la Corte Suprema que podrán olvidar el federalismo y podrán suspender una elección, pero jamás podrán suspender la voluntad popular”.