El pasado domingo 12 de marzo, miles de madrileños marcharon en contra del aborto. Fueron, según la Delegación del gobierno en Madrid, unas 23.000 personas las que se manifestaron bajo el lema “Sí a la vida”, repudiando la reciente sanción de una ley sobre la interrupción del embarazo.
Envueltos en color verde, los reclamantes recorrieron buena parte de la capital española, desde la calle Serrano hasta la plaza de Cibeles. Lo hicieron acompañados de cientos de globos, carteles y pancartas que rezaban frases como: “¿Este es el latido que queréis ocultar?”, “La voz del corazón”, “Escucha el latido, te digo que estoy vivo”, “Ninguna madre se arrepiente de serlo”. Además, la canción “Viva la vida” de Coldplay, y otros temas de pop-rock español de los 2000, musicalizaron el ambiente.
El levantamiento ocurrió como respuesta ante la reciente aprobación parlamentaria de una legislación que busca un mayor acceso al aborto. El objetivo es, particularmente, ampliar la posibilidad de llevar a cabo el procedimiento en hospitales públicos. Esto se debe a que 95% de las interrupciones no se realizan allí, puesto que los médicos se mantienen en oposición por cuestiones morales. Además, ahora se permite a las menores abortar a partir de los 16 años, sin requerir autorización de sus padres.
Entre las autoridades a cargo de la nueva reglamentación, se puede mencionar al partido socialdemócrata “PSOE”, a la izquierda “Podemos” y al primer ministro Pedro Sánchez, como impulsores y partidarios de la decisión tomada.
La plataforma “Sí a la Vida” fue la responsable de la convocatoria. Aunque la cabeza del movimiento fue Alicia Latorre, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida. La dirigente aclaró que el propósito era “mostrar la grandeza de la vida” y aseguró que “la cultura de la muerte no tendrá cabida” en su país. Además, expresó que la nueva norma es “todavía peor y más perversa de la que teníamos”, y que espera que dicha ley “desaparezca cuanto antes”.