El pasado viernes 10 de marzo, el Silicon Valley Bank (SVB) protagonizó la segunda mayor bancarrota en la historia bancaria de los Estados Unidos. La magnitud del hecho ocurrido en la empresa financiera de Santa Clara (California), solo es superado por la quiebra del Washington Mutual en 2008.
El SVB se ubica como décimo sexto en la lista de los bancos más grandes de Estados Unidos. En el 2022, contaba con USD 209.000 millones en activos. Entre sus clientes, predominan las “startups” tecnológicas: nuevas compañías fundadas por emprendedores.
El motivo del desplome se encuentra en una retirada de depósitos de dimensiones pocas veces vistas. La cuenta bancaria comenzó a perder más de un millón de dólares por segundo. De modo que, al cabo de unas horas, quedaron congelados más de USD 150.000 millones.
Primeramente, no se sabía bien si el suceso significaría una amenaza a la economía global. En los días posteriores al hecho, se confirmó que un efecto fue la profunda caída del precio del petróleo, que llegó a su nivel más bajo en cuatro meses, en un mercado que teme una posible recesión.
Por su parte, las acciones de empresas argentinas experimentaron una considerable suba en Wall Street. Edenor alcanzó el más alto incremento, de un 4,4%. El dólar no registró variaciones en su cotización, permaneciendo en un a $208,25 para la venta y $200,25 para la compra en el Banco Nación.
En cuanto al país norteamericano, la Corporación Federal de Garantía de Depósitos se ocupará de garantizar los fondos de los clientes del banco, bajo órdenes del Departamento del Tesoro. Se pretende evitar la pérdida de confianza en el sistema bancario.
“Los depositantes tendrán acceso a todo su dinero a partir del lunes 13 de marzo. Ninguna pérdida asociada a la resolución de Silicon Valley Bank correrá a cargo del contribuyente”, se afirma desde el banco. Aunque se aclara que accionistas y deudores no autorizados no contarán con protección.
Mientras tanto, las autoridades buscan un comprador para el SVB. Se plantea la opción de una segunda subasta, tras no obtener los resultados deseados en la primera, llevada a cabo durante el fin de semana.
Joe Biden, presidente de los Estados Unidos comentó, mediante sus redes sociales oficiales, total satisfacción ante la “rápida solución que se tomó y que protege a los trabajadores, pequeños empresarios, contribuyentes, y a todo el sistema financiero”. El accionar gubernamental, según el gobernador de californiano Gavin Newsom, dará calma y tendrá “un impacto profundo en el estado”.