Con el pico de temperaturas alcanzado en los últimos días, se hace indispensable conocer los síntomas y adoptar medidas preventivas para evitar un golpe de calor, una condición médica que puede poner en riesgo la vida, especialmente en grupos vulnerables como los adultos mayores y los bebés.
El golpe de calor es una emergencia médica que ocurre cuando el cuerpo no puede regular su temperatura ante una exposición prolongada al calor, lo que provoca un aumento peligroso de la temperatura corporal. Entre los síntomas se encuentran confusión, mareos, fatiga extrema, pérdida del conocimiento, piel caliente y seca, y en casos graves, convulsiones.
Grupos de riesgo
- Adultos mayores: Con la edad, la capacidad de regular la temperatura corporal disminuye, lo que los hace más susceptibles a sufrir los efectos nocivos del calor.
- Bebés y niños pequeños: Son especialmente vulnerables, ya que pueden presentar signos de deshidratación. Una disminución en la actividad habitual, somnolencia excesiva, rechazo a la alimentación o falta de llanto pueden ser señales de alarma.
Recomendaciones generales para prevenir el golpe de calor
- Mantenerse hidratado:
- Beber abundante agua a lo largo del día. Se recomienda aumentar el consumo de líquidos, preferentemente agua, y evitar bebidas alcohólicas o muy azucaradas que pueden favorecer la deshidratación.
- Evitar la exposición directa al sol:
- Permanecer en lugares ventilados o con aire acondicionado.
- Evitar salir al exterior durante las horas de mayor intensidad solar, entre las 10:00 y las 16:00 horas.
- Vestimenta adecuada:
- Utilizar ropa liviana y de colores claros, que faciliten la transpiración y reduzcan la absorción de calor.
- En caso de salir, es recomendable usar un sombrero de ala ancha y aplicar protector solar para proteger la piel.
- Alimentación ligera y saludable:
- Evitar comidas muy abundantes y pesadas, que pueden dificultar la digestión en condiciones de calor.
- Incrementar el consumo de frutas y verduras frescas, que aportan vitaminas y ayudan a la hidratación.
- Reducir la actividad física:
- Disminuir el esfuerzo físico durante las horas más calurosas para evitar un sobrecalentamiento del cuerpo.
- Si es necesario realizar actividad física, hacerlo en horarios tempranos o al final de la tarde, cuando las temperaturas son más moderadas.

Recomendaciones específicas para bebés
- Lactancia frecuente:
- Amamantar a los bebés con mayor frecuencia para mantenerlos bien hidratados y aportarles nutrientes esenciales.
- Ambientes frescos:
- Mantener a los bebés en lugares frescos y ventilados, evitando su exposición prolongada al sol.
- Cuidado en el vehículo:
- Nunca dejar a los bebés en un automóvil cerrado, ya que las temperaturas dentro del vehículo pueden aumentar rápidamente.
- Vestimenta adecuada y baños refrescantes:
- Vestirlos con ropa holgada y liviana y, cuando sea posible, bañarlos o mojarlos para ayudar a regular su temperatura.
Recomendaciones para las mascotas
Las mascotas también pueden sufrir golpes de calor, por lo que se recomienda:
- No atarlas:
- Permitirles moverse libremente para que puedan buscar un lugar fresco.
- Acceso a agua fresca:
- Disponer de agua fresca y renovarla al menos dos veces al día.
- Protección y enfriamiento:
- Para perros, mojar la cabeza y la zona de la ingle puede ayudar a enfriar su cuerpo, mientras que con los gatos se debe tener cuidado para evitarles estrés.
- Brindarles sombra y evitar dejarlos al sol de forma prolongada.
La adopción de estas medidas preventivas es fundamental para reducir el riesgo de sufrir un golpe de calor durante la ola de altas temperaturas. La clave está en la hidratación constante, la reducción de la exposición directa al sol, una alimentación ligera y el uso adecuado de la vestimenta, tanto para personas como para sus mascotas. Estar atentos a los síntomas y actuar de inmediato ante cualquier señal de alarma puede marcar la diferencia y preservar vidas.