En la tarde del miércoles 29 de marzo, el Papa Francisco fue hospitalizado en el Policlínico Gemelli, de la Ciudad del Vaticano, por padecer una bronquitis infecciosa. Ahora, de acuerdo con el parte médico difundido por la Santa Sede, su salud “mejora de forma progresiva”.
En las horas previas a ser internado, el Sumo Pontífice se encontraba en una audiencia general en la Plaza de San Pedro. Fue llevado al hospital para someterse a unos estudios programados y, ante la detección de una infección respiratoria, requirió permanecer en el edificio para recibir atención médica específica.
El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) no tardó en enviar su apoyo, mediante un mensaje firmado por su presidente, monseñor Miguel Cabrejos. Sus miembros invitaron “a nuestros hermanos en el episcopado y a todo el Santo Pueblo fiel de Dios que peregrina en América Latina y el Caribe” a intensificar oraciones por el “pleno restablecimiento de la salud del Santo Padre Francisco”, con la intercesión de “nuestra Santísima Madre, bajo la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de este continente”.
El personal sanitario le diagnosticó una bronquitis, consistente en la inflamación de los bronquios causada por una infección, cuya relación con el Covid-19 se descartó. Se determinó necesaria una terapia antibiótica en infusión que, al parecer, está surtiendo efecto en el argentino de 86 años.
Durante el jueves, Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, informó: “Su Santidad el Papa Francisco descansó bien durante la noche. El cuadro clínico mejora progresivamente y continúan los tratamientos previstos. Esta mañana, después del desayuno, leyó algunos periódicos y volvió al trabajo”.
Según la misma fuente, la cabeza de la Iglesia sigue dedicándose a descansar, orar y trabajar en el Gemelli. Se encuentra, específicamente, en un apartamento privado del décimo nivel, donde el Papa Juan Pablo II permaneció tras el atentado de 1981.
Sus actividades programadas para los días 30 y 31 fueron canceladas. Asimismo, ya se anticipó que el Pastor Universal no oficiará algunas celebraciones de la Semana Santa, siendo sustituido por cardenales. No obstante, se espera contar con su presencia en las misas, siempre y cuando reciba el alta a tiempo.
Desde sus 21 años, el Papa Francisco no cuenta con el lóbulo superior de su pulmón derecho, puesto que le fue extirpado en 1957 a causa de una grave pulmonía.También fue operado en 2021, por una diverticulitis que regresó a principios de este año, causándole un aumento de peso. Desde inicios del 2022, se traslada en silla de ruedas debido a una artritis en su rodilla derecha.
“Estoy conmovido por los numerosos mensajes que he recibido en estas horas; doy las gracias a todos por su cercanía y su oración”, publicó en su cuenta oficial de Twitter el Santo Padre.
