En una medida contundente, el Ministerio de Economía y Producción de Tucumán, bajo la dirección de Daniel Abad, sancionó al Ingenio Famaillá con una multa de 17 millones de pesos por la contaminación del Río Salí. Este hecho está vinculado a la mortandad masiva de peces en la desembocadura del río, antes de su ingreso al Embalse Río Hondo.
La sanción fue aplicada en cumplimiento de la Ley Provincial de Ambiente N°6.253, que regula la protección ambiental en Tucumán. El gobierno provincial, a través de la Dirección de Fiscalización Ambiental, encabezada por Facundo Moreno Majnach, lleva a cabo un estricto control sobre las actividades industriales que puedan poner en peligro el ecosistema local. En este caso, la multa se fundamenta en la descarga de efluentes contaminantes por parte del ingenio, lo que provocó un grave desequilibrio en el oxígeno disuelto en el agua, afectando directamente a la fauna.
El episodio de contaminación se originó el 4 de junio de 2024, cuando habitantes de la zona y pescadores reportaron una gran cantidad de peces muertos y otros “boqueando” en la superficie del agua, una señal clara de anoxia (falta de oxígeno). Las inspecciones fueron realizadas por funcionarios de la Dirección de Recursos Hídricos y la Subsecretaría del Estado del Medio Ambiente, quienes confirmaron que los efluentes industriales descargados por el ingenio habían causado esta situación.
El Ingenio Famaillá, perteneciente a la firma Salta Refrescos SA, fue identificado como uno de los responsables de esta descarga de residuos industriales que derivaron en el desastre ambiental. La multa impuesta asciende a un total de 17 millones de pesos, una cifra equivalente a quinientas veces el sueldo básico de la categoría inicial de la Administración Pública centralizada provincial, según la normativa vigente.
Otras empresas sancionadas
Este caso no es el único que involucra a los ingenios azucareros de la región. En semanas anteriores, las autoridades también habían sancionado al Ingenio Concepción y al Ingenio Bella Vista con multas superiores a los 16 millones de pesos, por prácticas similares de contaminación en el mismo río. Además, el Ingenio Bella Vista recibió otra sanción de 7 millones de pesos por arrojar vinaza en un camino vecinal, lo que también constituye una violación a las normativas ambientales.
Moreno Majnach, en su calidad de director de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Producción, explicó que hasta el momento ya se han iniciado cuatro sumarios contra industrias sucroalcoholeras que operan en la zona y vierten sus efluentes en el Río Salí o sus alrededores. La aplicación de estas multas busca generar un precedente para que las empresas del sector actúen de manera responsable y en concordancia con las leyes.
El impacto ambiental en Tucumán
El caso del Ingenio Famaillá no es un hecho aislado. La región de Tucumán, con una fuerte presencia de ingenios y fábricas ligadas a la industria azucarera y alcohólica, enfrenta grandes desafíos ambientales debido al manejo inadecuado de los residuos industriales. La contaminación del Río Salí es un problema recurrente, que afecta tanto la biodiversidad acuática como a las comunidades que dependen de este.
Las autoridades provinciales han intensificado sus controles y sanciones en un esfuerzo por garantizar la sustentabilidad del desarrollo industrial en la región. El objetivo principal es que las empresas implementen sistemas adecuados de tratamiento de efluentes para evitar que situaciones como la mortandad de peces.
Aunque los ingenios Concepción y Bella Vista ya han pagado las multas sin iniciar legalmente, queda por verso si el Ingenio Famaillá seguirá el mismo camino o buscará una reconsideración. De cualquier manera, el gobierno de Tucumán parece decidido a continuar con su política de sanciones y controles para proteger el medio ambiente y asegurar un futuro sostenible.