En la vida moderna, los electrodomésticos y dispositivos electrónicos continúan consumiendo energía incluso cuando están apagados o en modo de espera, lo que se conoce como «consumo vampiro». Este consumo silencioso puede representar entre un 5% y un 16% del consumo eléctrico mensual en los hogares, afectando no solo al bolsillo de las familias, sino también al medio ambiente, al contribuir con mayores emisiones de dióxido de carbono.
El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) ha advertido sobre este fenómeno y sugiere tomar medidas sencillas para minimizar su impacto. Desenchufar ciertos dispositivos cuando no se utilizan o reemplazar los enchufes convencionales por enchufes inteligentes son algunas de las acciones que pueden ayudar a reducir este consumo innecesario.
Electrodomésticos que Causan «Consumo Vampiro»
Entre los dispositivos que siguen consumiendo energía aun cuando no están en uso, el ENRE destaca:
- Computadoras de escritorio: hasta 75 Wh en modo Stand by y 21 Wh en modo hibernación.
- Computadoras portátiles: hasta 16 Wh en modo Stand by y 9 Wh cuando están apagadas pero enchufadas.
- Consolas de videojuegos: hasta 23,3 Wh en Stand by y 1 Wh apagadas pero enchufadas.
- Equipos de audio: entre 7 y 14 Wh cuando están apagados pero enchufados.
- Televisores (tanto de tubo fluorescente como LED): hasta 3 Wh y 1,5 Wh, respectivamente, cuando están apagados pero enchufados.
- Cargadores de celular genéricos: entre 0,1 y 0,5 Wh cuando quedan enchufados sin el celular conectado.
- Hornos microondas: hasta 4 Wh cuando están apagados y 25 Wh si la puerta queda abierta.
- Hornos eléctricos: hasta 3 Wh cuando están inactivos pero enchufados.

Este consumo residual, aunque no visible, incrementa la factura eléctrica y tiene un impacto ambiental negativo, ya que aumenta la demanda de energía, la cual en muchos casos proviene de fuentes no renovables.
Medidas para Reducir el «Consumo Vampiro»
El ENRE recomienda adoptar hábitos específicos para minimizar este consumo. Entre las sugerencias se encuentran:
- Desconectar dispositivos inactivos: Especialmente cuando no se usan por largos periodos, como durante las vacaciones o si no son de uso diario.
- Uso de enchufes inteligentes: Estos permiten gestionar el consumo de los electrodomésticos a distancia y cortar la corriente automáticamente cuando los dispositivos no están en uso.
- Optar por dispositivos de bajo consumo: Al comprar nuevos electrodomésticos, buscar aquellos con opciones de ahorro energético o modos de hibernación más eficientes.
- Timers automáticos: Dispositivos que apagan automáticamente el aparato tras un tiempo preestablecido.
Impacto Económico y Ambiental
Adoptar estas medidas no solo reduce el costo en la factura eléctrica, sino que también contribuye a la sostenibilidad ambiental. Reducir el consumo vampiro implica menos demanda de electricidad y, por ende, menos emisiones de gases contaminantes que aceleran el calentamiento global.
De acuerdo con la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL), reducir este tipo de consumo podría representar un ahorro significativo tanto para los hogares como para el país en términos de energía.
En tiempos donde la eficiencia energética y la sostenibilidad son prioridades globales, es esencial que los hogares adopten hábitos que favorezcan el ahorro de energía. El «consumo vampiro» es un ejemplo claro de cómo pequeñas acciones pueden generar un impacto positivo a nivel económico y ambiental. Mantener estos dispositivos desenchufados cuando no están en uso es una forma sencilla de contribuir a la protección del planeta y a la reducción de costos en el hogar.