En medio de la controversia por el «robo» de agua en Yerba Buena, el empresario, Juan Zamora, acusado como responsable de una conexión clandestina que dejó sin suministro de agua a parte de la comunidad, emitió un comunicado aclarando su postura. Zamora aseguró que la conexión de agua en su propiedad ya existía cuando adquirió la finca en 2009, y negó haber realizado ninguna instalación ilegal.
Según Zamora, el caño que abastecía de agua a su finca es de 2 pulgadas y estaba destinado a la casa de los caseros, aunque desconocía su origen en ese momento. Más tarde, se descubrió que dicho caño estaba conectado a uno de 25 cm perteneciente a la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT). Esta conexión, argumenta Zamora, lleva más de 50 años en funcionamiento, según peritajes de expertos.

Zamora también resaltó que el suministro no es de agua potable y que la zona sufre problemas de escasez de agua durante ciertas épocas del año. Además, señaló que su finca, que no tiene riego ni cultivos de limoneros, cuenta con un pozo profundo registrado y una represa para la recolección de agua de lluvia.
Por último, Zamora insistió en su voluntad de colaborar con la Justicia y pidió prudencia antes de continuar con acusaciones infundadas, afirmando que varios vecinos pueden testimoniar que la conexión de agua es anterior a su compra de la propiedad.
Este comunicado llega luego de que la fiscal de Estado, Gilda Pedicone de Valls, calificara el acto como «un salvajismo» y anunciara que la Provincia se presentará como querellante en la causa.