El próximo lunes, el Gobierno de Argentina implementará un ajuste importante al esquema cambiario que comenzó al inicio del mandato del actual gobierno, con un cambio en el ritmo de actualización del tipo de cambio oficial. A partir de esa fecha, el dólar oficial pasará a actualizarse a un ritmo de 1% mensual, lo que refleja una desaceleración en la depreciación del peso en un contexto de inflación en baja y una apreciación notable del tipo de cambio en los últimos meses.
Este ajuste del tipo de cambio, denominado crawling peg, se basa en el pronóstico de que la inflación mensual se mantendrá en torno al 2,5% durante el primer trimestre de 2025, lo que justificaría una desaceleración en la devaluación del peso. Esta medida también está alineada con la hoja de ruta planteada a finales de 2024, que prevé un posible cambio de esquema cambiario si la inflación sigue en descenso.
El esquema de crawling peg había comenzado a implementarse en diciembre de 2023, tras la devaluación inicial del peso que ajustó el tipo de cambio en casi un 120%. Este sistema tenía como objetivo controlar la inflación y generar estabilidad en el mercado cambiario, pero según los analistas, había comenzado a tener un efecto inercial que dificultaba una mayor desaceleración inflacionaria.
Además de este ajuste cambiario, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidió bajar la tasa de interés de referencia al 29% anual. Esta medida se considera un paso más hacia la consolidación de la baja de la inflación, que cerró 2024 en un 117,8%, lejos de los 211,4% registrados en 2023. El recorte de la tasa de interés también responde a una moderación en los precios de bienes estacionales y a la apreciación del peso, lo que permitió una desaceleración de la inflación.
El presidente del BCRA, Santiago Bausili, explicó que esta reducción de la tasa de interés busca consolidar las expectativas de baja inflacionaria. Según las estimaciones, si no se hubieran realizado estos ajustes, la tasa de interés en pesos habría alcanzado una cifra muy alta en dólares, lo que habría incentivado aún más la dolarización de la economía.
En términos políticos, el ajuste al crawling peg y la baja de la tasa de interés reflejan la estrategia del Gobierno para lograr una mayor estabilidad económica, aunque las negociaciones con el FMI continúan siendo clave para definir el futuro del esquema cambiario y las políticas monetarias en el país.