La Casa Rosada califica la marcha LGBT que se realizará este sábado como un evento “político”, subrayando que tiene la intención de destacar la postura del Gobierno frente a las políticas de diversidad y los derechos de las minorías. En un intento por polarizar el debate, el oficialismo también apuntó a los dirigentes opositores que participarán en la movilización, asegurando que esta marcha reúne a todos aquellos que se oponen a la gestión de Javier Milei.
El Ejecutivo celebró la participación de figuras políticas de la oposición en la marcha, subrayando que ello servirá para “dejar claro quién está de qué lado”, consolidando aún más la división entre los bandos políticos. Además, se prevé que la discusión sobre la agenda LGBT, los derechos de las minorías y las políticas de diversidad continúe siendo un eje importante de la campaña de cara a las elecciones legislativas de 2025, como parte de la estrategia del Gobierno para instalar estos temas en la opinión pública.
Desde la Casa Rosada, también se ha confirmado que el oficialismo seguirá adelante con su propuesta de eliminar los cupos trans en el Estado, como parte de un paquete de reformas que tiene como objetivo derogar leyes que impliquen lo que consideran “discriminación positiva” hacia minorías. El proyecto de ley está siendo coordinado por María Ibarzabal, secretaria de Planeamiento Estratégico, quien responde al asesor presidencial Santiago Caputo.
Entre las reformas que se incluyen en este paquete está la disolución de la Ley 27.636, que establece un 1% de participación de personas travestis, transexuales y transgénero en las estructuras laborales estatales. Además, el Gobierno también impulsará la derogación de la Ley de Paridad de Género, la Ley Micaela, que establece capacitaciones sobre género y violencia contra las mujeres, y la figura del femicidio en el Código Penal, argumentando que “no hay ninguna diferencia entre el homicidio de un hombre o de una mujer”.
Estas propuestas, que también han sido alineadas con la postura de Milei sobre la agenda social y de diversidad, reflejan el deseo del Gobierno de trasladar la confrontación internacional sobre temas como la Agenda 2030 de la ONU, hacia un debate interno en Argentina. En Balcarce 50, se contempla una posible alineación con países conservadores como Estados Unidos, Israel e Italia, mientras se busca crear una grieta más profunda en la política nacional, con dos coaliciones ideológicas que dividan a la sociedad entre izquierda y derecha.
La postura del Gobierno sobre estos temas refleja una estrategia de confrontación con las políticas tradicionales de inclusión y género, que busca consolidarse como un tema central en la agenda electoral y en la opinión pública en los próximos meses.