El gobierno argentino, bajo la dirección del presidente Javier Milei, ha iniciado una fuerte ofensiva diplomática contra el régimen de Nicolás Maduro, tras el reciente asedio a la embajada argentina en Caracas. Diana Mondino, ministra de Relaciones Exteriores, lidera esta estrategia, la cual busca la expulsión de Venezuela de los principales foros de integración y cooperación de América Latina.
La embajada argentina en Caracas, que actualmente está bajo la protección del gobierno de Brasil, se ha visto envuelta en un asedio por parte de fuerzas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Este acto se produjo como parte de un operativo de presión para forzar la salida de seis dirigentes opositores venezolanos asilados en la sede diplomática, quienes son cercanos a la líder de la oposición, María Corina Machado. Sin embargo, el operativo fracasó y la situación fue denunciada por Argentina ante la comunidad internacional.

Presión diplomática en la CELAC y el Consenso de Brasilia
El gobierno argentino ya había expresado su postura en la última reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), y ahora está impulsando una «cláusula democrática» que será discutida en el Consenso de Brasilia a finales de septiembre. Esta propuesta tiene como objetivo principal sancionar a Venezuela y aislar al régimen de Maduro en el ámbito diplomático.
La cláusula plantea la suspensión automática de cualquier país miembro que infrinja los principios democráticos, permitiendo que otros Estados medien para restaurar el orden constitucional. «Es como un callejón sin salida para Venezuela», indicó un diplomático argentino. La propuesta ya cuenta con el respaldo de países como Uruguay, Paraguay y Chile, mientras que Brasil se ha mostrado abierto a estudiar la medida.
Milei llevará el caso a la ONU
El presidente Javier Milei tiene previsto presentar la situación venezolana en la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas, donde se espera que se refuerce la condena contra Maduro y se busque su expulsión de los foros internacionales. Mondino, por su parte, continuará con una intensa agenda diplomática que incluirá reuniones en Europa antes de regresar a Nueva York para la cumbre de la ONU.
Argentina busca no solo condenar las recientes acciones del chavismo, sino también ejercer presión para garantizar el respeto a los asilados en la embajada y evitar cualquier represalia por parte del régimen. La ofensiva diplomática de Milei y Mondino marca un giro en la postura del país frente a Venezuela, buscando restaurar la democracia en la región y aislar a aquellos que la amenazan.