En un evento histórico, Donald John Trump asumió este lunes la presidencia de los Estados Unidos como el 47º mandatario en la historia del país, iniciando su segundo mandato con un ambicioso discurso que prometió el renacimiento de la nación. Desde la Rotonda del Capitolio, el magnate republicano aseguró que “La era dorada de Estados Unidos comienza ahora”, marcando el inicio de una etapa de profundas transformaciones políticas, económicas y culturales.
Un juramento cargado de simbolismo
La ceremonia, que tradicionalmente se celebra al aire libre, tuvo lugar en el interior del Congreso debido al frío extremo que azotó Washington, con una sensación térmica de -11 °C. Trump prestó juramento sobre dos Biblias: una histórica que perteneció a Abraham Lincoln y otra que su madre le regaló en la infancia, ambas portadas por su esposa Melania.
“Sí, juro”, declaró Trump, sellando su regreso al poder con una renovada legitimidad tras obtener 77 millones de votos en las elecciones presidenciales de 2024, una victoria que consolidó su liderazgo en el Partido Republicano y su control sobre ambas cámaras del Congreso.

Un mensaje de restauración y poder
En su discurso inaugural, Trump aseguró que su retorno al poder marca el fin de una etapa de decadencia para el país. “A partir de este momento, la decadencia de Estados Unidos ha terminado. El declive del país se ha terminado”, proclamó, recibiendo una ovación de los asistentes.
Trump delineó los pilares de su mandato, enfocados en el combate a la inmigración ilegal, la revitalización de la economía energética, el proteccionismo comercial y la defensa de valores conservadores. Además, anunció medidas drásticas, como el reconocimiento oficial de solo dos géneros –masculino y femenino–, y su decisión de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre cambio climático.
Presencia internacional y figuras destacadas
El evento contó con una asistencia notable, tanto nacional como internacional. En primera fila estuvieron expresidentes como Joe Biden, Barack Obama y George W. Bush, junto a figuras de la política global como el presidente argentino Javier Milei, la primera ministra italiana Giorgia Meloni y el presidente salvadoreño Nayib Bukele. También destacaron empresarios de la talla de Elon Musk, Jeff Bezos y Mark Zuckerberg, quienes, simbólicamente, tuvieron una ubicación preferencial sobre miembros del gabinete entrante.
Milei, quien mantuvo conversaciones cercanas con Meloni y Bukele, subrayó la creciente alianza entre Argentina y Estados Unidos. Por su parte, Trump destacó su relación con líderes internacionales y prometió fortalecer los lazos bilaterales con países alineados con su visión política.


Medidas inmediatas y desafíos internacionales
En su primer día como presidente, Trump anunció una serie de decretos ejecutivos que buscan dar un giro radical a la política estadounidense. Entre las medidas más destacadas, declaró una emergencia nacional en la frontera con México, prometiendo enviar tropas para frenar la inmigración ilegal y reinstaurar la política de “Permanecer en México”.
También anunció una “emergencia energética” destinada a impulsar la extracción de petróleo, argumentando que esta medida aliviará la inflación y fortalecerá la economía. “Volveremos a ser una nación rica, y es ese oro líquido bajo nuestros pies el que nos ayudará a lograrlo”, afirmó.
En el plano internacional, Trump aseguró que buscará recuperar el control del Canal de Panamá, denunciando que los términos actuales del tratado son perjudiciales para Estados Unidos y que China ha asumido un protagonismo indebido en su administración.
A diferencia de su primer período presidencial, Trump regresa al poder con un control absoluto sobre el Congreso y una Corte Suprema de mayoría conservadora, lo que le otorga una capacidad inédita para implementar su agenda. En su discurso, subrayó los desafíos enfrentados durante los últimos años, incluyendo un intento de asesinato, y afirmó que su retorno es una misión divina. “Fui salvado por Dios para hacer a Estados Unidos grande de nuevo”, declaró.

Optimismo hacia el futuro
El acto inaugural cerró con un mensaje de esperanza. “Estados Unidos volverá a ser respetado y admirado. Lo imposible es lo que hacemos mejor”, afirmó Trump. Tras la ceremonia, el mandatario se dirigió al estadio Capital One Arena para agradecer el apoyo de miles de seguidores que lo acompañaron en este día histórico.
Con un segundo mandato cargado de promesas de transformación, Trump busca dejar una marca imborrable en la historia del país. “Nos mantendremos firmes, viviremos con orgullo y soñaremos con valentía, porque somos estadounidenses. Nuestra era dorada acaba de comenzar”, concluyó.