El juez Ariel Lijo, propuesto por el presidente Javier Milei para integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación, defendió este miércoles su postulación ante la Comisión de Acuerdos del Senado. En una audiencia pública realizada en el Salón Azul del Congreso, Lijo expuso su visión sobre el estado de la Justicia y presentó sus propuestas para el máximo tribunal judicial del país. Su candidatura busca llenar la vacante dejada por Elena Highton de Nolasco, quien renunció en octubre de 2021.
Trayectoria y formación académica
Ariel Lijo es actualmente titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°4, cargo que ocupa desde 2004. Nacido y criado en Buenos Aires, Lijo se formó en Derecho en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), especializándose en administración de Justicia y Fraudes Marcarios. Inició su carrera judicial como meritorio en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 23, para luego ascender en diversos cargos dentro del Poder Judicial.
Lijo es también un reconocido docente, habiendo impartido clases en instituciones como la UBA, la Universidad Nacional de Lanús y el Instituto Superior de Seguridad Pública de la Policía Metropolitana, entre otras. Además, es autor de numerosas publicaciones académicas en el ámbito del Derecho y ha sido un activo participante en la Asociación de Jueces Federales de la República Argentina (AJUFE), de la cual es secretario general.
Principales causas judiciales
A lo largo de su carrera, Ariel Lijo ha estado al frente de importantes causas que han marcado la agenda judicial del país. Una de las más resonantes fue el caso Ciccone, en el cual procesó y envió a juicio oral al ex vicepresidente Amado Boudou por «cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública». Boudou fue finalmente condenado en 2018.
Otra de las causas de alto perfil en las que intervino fue la investigación sobre el encubrimiento en la causa AMIA. Lijo ordenó llevar a juicio oral al expresidente Carlos Menem, entre otras figuras, por las irregularidades en la investigación del atentado. Sin embargo, en 2017, fue apartado de la causa por decisión de la Cámara Federal.
Además, Lijo ha investigado la gestión de Mauricio Macri en relación al negociado del Correo Argentino y recientemente tuvo a su cargo la investigación del incidente en el que un hombre arrojó una botella al presidente Milei durante su asunción.
Proceso de selección
El proceso de selección para integrar la Corte Suprema de Justicia es complejo y requiere la aprobación del Senado. Tras la propuesta del Poder Ejecutivo, el candidato debe ser evaluado por la Comisión de Acuerdos del Senado, que recoge opiniones de la ciudadanía y otras entidades antes de votar su pliego en sesión.
El proceso de selección para integrar la Corte Suprema de Justicia es riguroso y se rige por la Ley 27.439, que establece los procedimientos para la designación de jueces en el máximo tribunal. Una vez que el Poder Ejecutivo propone un candidato, como en el caso de Ariel Lijo, la Comisión de Acuerdos del Senado lleva a cabo una audiencia pública en la que el aspirante expone su trayectoria y responde preguntas de los senadores. Durante este proceso, se reciben opiniones de organizaciones de la sociedad civil, colegios de abogados, académicos, y ciudadanos, que pueden expresar sus apoyos o reparos sobre el candidato. Luego de la audiencia, la comisión elabora un dictamen que es votado por el pleno del Senado. Para que el nombramiento sea aprobado, el candidato necesita obtener una mayoría especial de dos tercios de los votos presentes en la Cámara Alta.

La Corte Suprema, que actualmente cuenta con cuatro miembros, tiene una vacante desde la renuncia de Highton de Nolasco. Para ocupar ese lugar, el juez Lijo defendió su postulación, destacando su experiencia y su compromiso con la Justicia. «La Corte Suprema debe enfocarse en garantizar el acceso a la Justicia», afirmó durante su exposición en el Senado.
Durante la audiencia, Lijo compartió su visión sobre el estado de la Justicia en Argentina y su rol en la Corte Suprema. «Es la segunda vez que me toca venir a esta Comisión de Acuerdo. La primera fue hace 20 años cuando se discutía mi candidatura al Juzgado Federal de la Capital», recordó emocionado al mencionar a su madre, presente en la audiencia.
El juez enfrenta ahora el desafío de ser aprobado por el Senado en un contexto político y judicial complejo, en el que su trayectoria y las decisiones que ha tomado en su carrera serán clave para definir su futuro en el máximo tribunal del país