Desde el área de Odontología de la Provincia advierten que una correcta atención bucodental puede mejorar el control de la enfermedad y prevenir internaciones severas.
Los pacientes con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones bucales, complicaciones en la cicatrización, boca seca, acumulación de placa bacteriana y hasta pérdida de piezas dentales. Así lo advirtió la directora de Odontología de la Provincia, María Lis Albano, quien señaló que una atención odontológica adecuada puede reducir incluso la necesidad de medicación para controlar la enfermedad de base.
“Un paciente con diabetes tipo 1 que requiere insulina, o con diabetes tipo 2 tratado con medicación oral, puede disminuir significativamente sus dosis si tiene la boca bien tratada”, explicó la especialista. “Esto demuestra que mejorar la salud bucal repercute directamente en el estado general del organismo”, agregó.
Gingivitis, periodontitis y candidiasis: señales de alerta
Las enfermedades de las encías, como la gingivitis y la periodontitis, son más frecuentes y peligrosas en personas diabéticas, y pueden avanzar hasta provocar la pérdida de piezas dentales. Otro problema recurrente es la candidiasis, una infección por hongos que en estos casos se agrava debido a los altos niveles de azúcar en sangre. “En los pacientes diabéticos puede extenderse hasta la faringe y el esófago, generando complicaciones severas”, detalló Albano.
Además, son frecuentes las heridas de cicatrización lenta y la aparición de caries. Estos cuadros, si no se tratan, pueden derivar en infecciones graves que requieran internaciones o incluso intervenciones quirúrgicas de emergencia.
Controles cada tres meses para evitar recaídas
Albano remarcó la necesidad de realizar controles odontológicos periódicos, al menos cada tres meses, una vez que el paciente recibe el alta. “Esto permite sostener el estado de salud alcanzado, mejorar la calidad de vida y evitar complicaciones futuras”, sostuvo.
Además, destacó que el sistema de salud cuenta con la infraestructura y los profesionales necesarios para atender estos casos. “Podemos ayudar a que los pacientes mejoren su alimentación, su capacidad para masticar y hablar, y eso tiene un impacto directo en su bienestar general”.
El llamado a todo el sistema de salud
La especialista también instó al conjunto del personal sanitario —médicos, odontólogos, enfermeros y agentes sociosanitarios— a reforzar la recomendación de controles odontológicos regulares, no solo en personas con diabetes, sino en todos los pacientes con enfermedades crónicas.
“Muchas veces no se dimensiona el impacto que puede tener una infección bucodental en un paciente con patologías de base. Hemos visto internaciones prolongadas e incluso cirugías que podrían haberse evitado con controles simples y regulares”, concluyó.
La salud de la boca, en pacientes diabéticos, es mucho más que una cuestión estética o funcional: es una parte central del tratamiento y del pronóstico general.