El presidente de Estados Unidos redobló la presión arancelaria contra China y la Unión Europea, aunque aseguró que mantiene abierta la puerta a una solución diplomática.
En medio de una escalada global de tensiones comerciales, Donald Trump volvió a marcar el tono. Un día después de anunciar un aumento arancelario del 245% contra China, el presidente estadounidense aseguró que está convencido de que logrará cerrar “un acuerdo muy bueno” con la segunda economía del mundo. Lo hizo desde la Casa Blanca, luego de recibir a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
El mandatario también se mostró confiado respecto a las negociaciones con la Unión Europea, al afirmar que está “100% seguro” de que alcanzará un acuerdo arancelario con el bloque. “Nadie puede competir con nosotros”, sentenció ante la prensa, dejando en claro que mantendrá su estrategia de presión para rediseñar el mapa comercial global.
China responde con firmeza
La respuesta desde Beijing no tardó en llegar. El gobierno chino acusó a Washington de “chantaje” y advirtió que no tolerará amenazas. “No hay ganador en una guerra arancelaria”, declaró Lin Jian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores. “China no quiere luchar, pero no tiene miedo de hacerlo”.
Los nuevos aranceles afectan a decenas de países, aunque el mayor impacto recae sobre China, donde se concentra buena parte del comercio industrial con EE.UU. Para Trump, esta medida es parte de una estrategia que apunta a repatriar la producción manufacturera y forzar condiciones más favorables para los productos estadounidenses.
Advertencias del sistema financiero internacional
Desde el mundo financiero, las advertencias se multiplican. El titular de la Reserva Federal, Jerome Powell, señaló que los aranceles podrían generar una suba sostenida de precios en el mercado interno. “La volatilidad económica se está intensificando”, explicó. A esto se sumó el jefe del Banco Mundial, Ajay Banga, quien alertó que “el contexto global es cada vez más incierto y cauteloso”.
La directora de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala, fue aún más directa: “Esta incertidumbre puede frenar el crecimiento mundial y golpear duramente a las economías más vulnerables”. La OMC estima que el comercio mundial podría contraerse hasta un 1,5% en 2025.
Meloni, el nexo europeo
La visita de Giorgia Meloni, aliada estratégica de Trump, buscó tender puentes con Bruselas. La premier italiana criticó los aranceles del 20% impuestos a la Unión Europea, pero pidió evitar represalias. Se posicionó como mediadora dentro del bloque, con el objetivo de frenar una escalada que ya amenaza con desestabilizar a los mercados.
Desde su llegada al poder, Trump ha usado los aranceles como herramienta de presión comercial. Para sus aliados, se trata de una estrategia para proteger el empleo y reforzar la industria estadounidense. Para sus críticos, es una vía de confrontación que agrava la incertidumbre económica mundial.