El presidente de EE.UU. justificó los bombardeos israelíes sobre Teherán y desestimó cualquier rol de Europa en la negociación. Anticipó que decidirá en dos semanas si intervendrá militarmente.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este viernes que sería “muy difícil” pedirle a Israel que detenga sus ataques aéreos contra Irán, en medio de la creciente tensión militar en Medio Oriente. “Si alguien está ganando, es difícil pedirle que se detenga”, argumentó el mandatario desde Nueva Jersey, donde participó de un acto de recaudación de fondos.
Las declaraciones se produjeron tras los bombardeos israelíes contra instalaciones nucleares y áreas residenciales en Teherán, iniciados el 13 de junio, y mientras se desarrollan contactos diplomáticos entre Washington y Teherán para retomar las conversaciones nucleares.
“Irán lo está haciendo menos bien”
Trump justificó la ofensiva de Israel al asegurar que “está haciendo bien las cosas en términos de guerra” y remarcó la dificultad de presionar a un actor en ventaja militar. En contraste, opinó que “Irán lo está haciendo menos bien”, por lo que consideró poco viable que acceda a retomar el diálogo si no es directamente con Estados Unidos.
Rechazo a Europa como mediadora
El líder republicano también desestimó los esfuerzos diplomáticos de Europa. “Irán no quiere hablar con Europa. Quiere hablar con nosotros. Europa no va a poder ayudar en esto”, sentenció, descartando así el impacto de las conversaciones realizadas en Ginebra entre cancilleres europeos e iraníes.
Posible intervención militar
Trump fue aún más directo al referirse a una posible intervención militar de Estados Unidos. Afirmó que establecerá un plazo máximo de dos semanas para decidir si participará activamente del conflicto, en caso de que Irán no retroceda en su programa nuclear. “Estoy dando un plazo. Diría que dos semanas como máximo. Tal vez menos si no hay progreso”, advirtió.
En ese sentido, reiteró su oposición al enriquecimiento de uranio por parte de Teherán. “Están sentados sobre uno de los mayores cúmulos de petróleo del mundo. No entiendo por qué necesitan energía nuclear para usos civiles”, cuestionó.
Tensión con su propia inteligencia
El mandatario también cruzó públicamente a su directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, por asegurar que no existen pruebas concluyentes sobre el desarrollo de armas nucleares por parte de Irán. “Está equivocada”, lanzó Trump, y respaldó las advertencias de su equipo de seguridad sobre la amenaza que representa el régimen iraní.
Por último, comparó la situación con la guerra de Irak, al marcar una diferencia clave: “En Irak no había armas de destrucción masiva. En este caso, Irán ha demostrado intenciones mucho más claras”.
Mientras tanto, la tensión sigue escalando. Irán, a través de su canciller Abbas Araqchi, condicionó cualquier nueva negociación al cese inmediato de los ataques israelíes, algo que Trump ya dejó claro que no está dispuesto a pedir.