Esta mañana, Horacio Rodríguez Larreta – precandidato presidencial – presentó 60 pistolas Taser. Ahora, estas se encuentran en manos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, cuyos agentes están capacitándose para emplearlas a partir del mes entrante. “Cuando los argentinos me elijan como presidente voy a poner toda la tecnología que desarrollamos en Buenos Aires a disposición de los policías de cada una de las provincias y de las fuerzas nacionales”.
Al hablar de pistolas Taser, nos referimos a armas no letales que envían 400 volts durante cinco segundos, a través de dardos guiados por un cable. “Permiten inmovilizar y contener a personas violentas o en estado de desequilibrio, en situaciones donde no se puede utilizar otro recurso”. En la actualidad, son utilizadas en más de 100 países, como Estados Unidos, Brasil, Alemania, España, Francia y el Reino Unido. El Ministerio de Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) desea sumar 30 unidades a esas 60 con las que ya cuenta. La compra es permitida por la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC), tras un amparo presentado por la Ciudad.
“La inseguridad es un problema nacional que el gobierno no puede, no quiere, no sabe solucionar”, aseguró el jefe de gobierno de CABA. Agregó que los argentinos necesitamos autoridades firmes contra el delito, que dejen de “defender delincuentes, liberar presos y mirar para otro lado con los narcos”.
Afirmó que, de llegar al sillón de Rivadavia, él volcará los avances tecnológicos en lo relacionado a materia de seguridad. Analizó que la tecnología “es una herramienta clave” en la lucha contra el crimen. Y, aunque hoy se ve representada en estas armas, se trata de un área en constante evolución.
Además, Rodríguez Larreta contó cuáles serían las medidas que tomaría en pos de la protección de los ciudadanos. Lo inmediato, comenta, es “el fortalecimiento de las fuerzas policiales”, que implica reforzar agentes que tengan como prioridad “la lucha contra el delito”. “Estamos sumando las Taser, tecnología, capacitación, equipamiento, entrenamiento”.
En cuanto a su plan a futuro, detalló una serie de “medidas urgentes”. En primer lugar, pretende que el Ejército se ocupe de vigilar las fronteras, para así “liberar a la Gendarmería” y destinarla a “los lugares más calientes de la droga”. En segundo término, se propone “crear un cuerpo de élite con los mejores hombres de todas las fuerzas”, para destinarlos exclusivamente a combatir el narcotráfico. “Y tercero, vamos a aislar en las cárceles a los capos narcos”, quienes, estando presos, con “un celular mandan sicarios a matar a la gente”.