El Presidente argentino finalizó su gira por Israel con una ceremonia espiritual sin precedentes. Se reunió con las máximas autoridades del país y anunció medidas de fuerte peso simbólico y diplomático.
El presidente Javier Milei concluyó este miércoles su visita oficial a Israel con un gesto cargado de espiritualidad y simbolismo político: un rezo en soledad en el Muro de los Lamentos, acompañado únicamente por el primer ministro Benjamín Netanyahu. El acceso al sitio sagrado fue completamente restringido, un hecho casi sin antecedentes para un jefe de Estado extranjero, lo que evidenció el nivel de cercanía entre ambos líderes.
La ceremonia de cierre fue el corolario de una gira que combinó definiciones ideológicas, acuerdos concretos y gestos de fuerte carga emocional. En su paso por Jerusalén, el mandatario argentino mantuvo reuniones de alto nivel, pronunció discursos históricos y selló compromisos diplomáticos con impacto regional y global.
Una agenda intensa con fuerte contenido simbólico
Durante su estadía, Milei:
- Se convirtió en el primer presidente argentino en hablar ante la Knéset, el Parlamento israelí.
- Recibió el Premio Génesis, conocido como el «Premio Nobel judío».
- Brindó una clase magistral en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
- Firmó un memorándum contra el terrorismo y el antisemitismo junto a Netanyahu.
- Anunció la mudanza de la Embajada argentina a Jerusalén en 2026, alineando a la Argentina con una postura que pocos países han adoptado.
- Oficializó la implementación de un vuelo directo entre Buenos Aires y Tel Aviv, medida que facilitará la conexión bilateral.
La comitiva presidencial estuvo integrada por la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; el Canciller Gerardo Werthein, y el embajador argentino en Israel, Axel Wahnish, quienes participaron en encuentros con el presidente Isaac Herzog, el canciller Guideon Sa’ar, y otros altos funcionarios del gobierno israelí.
«Israel y Estados Unidos son nuestros socios estratégicos»
A lo largo de su visita, Milei reiteró su alineamiento con los «valores de Occidente, la libertad y la democracia«, y dejó en claro que considera a Israel y Estados Unidos como los principales socios estratégicos de la Argentina. Sus definiciones, tanto públicas como institucionales, marcaron un cambio de rumbo significativo en la política exterior argentina respecto al gobierno anterior.
El cierre con el rezo en el Kotel (nombre hebreo del Muro) sintetizó la dimensión espiritual, personal y diplomática de la visita. La imagen del Presidente rezando en silencio, junto a Netanyahu, fue interpretada como un gesto de respeto profundo hacia el pueblo israelí y su historia, y como una muestra de respaldo político en un contexto internacional delicado.
Con esta visita, Milei no solo reforzó la alianza estratégica con Israel, sino que también buscó proyectar un mensaje de posicionamiento global, tanto hacia dentro como hacia fuera del país.