En su primera audiencia oficial con el presidente Javier Milei, el papa León XIV le comunicó que planea viajar al país. Desde el Vaticano destacaron el diálogo sobre pobreza, cohesión social y la voluntad de fortalecer las relaciones bilaterales.
Este sábado, el presidente Javier Milei fue recibido en el Vaticano por el papa León XIV, el nuevo pontífice que sucedió a Francisco tras su fallecimiento en abril. Durante la audiencia privada, el Sumo Pontífice le confirmó al mandatario argentino su intención de visitar la Argentina, aunque no se precisaron fechas ni detalles del itinerario.
La noticia fue confirmada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien escribió en redes sociales: “El papa León XIV le confirmó al Presidente de la Nación durante el encuentro que mantuvieron hace unos instantes que visitará la Argentina”.
Una agenda marcada por lo social
Según informó oficialmente la Santa Sede, en el encuentro se abordaron “temas de interés común, entre ellos las tendencias socioeconómicas, la lucha contra la pobreza y el compromiso en favor de la cohesión social”.
Se trató del primer contacto institucional entre León XIV y Milei, quien había viajado al Vaticano el pasado 26 de abril para asistir al funeral del papa Francisco, aunque en ese momento no participó de la misa inaugural del nuevo pontífice. En aquella oportunidad, el país fue representado por el canciller Gerardo Werthein y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.
Relaciones bilaterales y encuentros clave
Luego de la audiencia con el Papa, el presidente argentino mantuvo reuniones con el secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin, y con el subsecretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Miroslaw Wachowski.
Desde la Santa Sede se subrayó el “mutuo aprecio por las sólidas relaciones bilaterales” entre la Argentina y el Vaticano, y se expresó la voluntad de “reforzarlas aún más”.
Un pontífice con raíces latinoamericanas
León XIV, nacido en Estados Unidos y con nacionalidad peruana, es el primer papa con raíces latinoamericanas después de Francisco. Su elección marcó una continuidad en la mirada hacia la región, en un momento donde la Iglesia enfrenta desafíos globales y tensiones crecientes.
La futura visita del pontífice a la Argentina abre una nueva etapa en el vínculo entre Roma y Buenos Aires, con un contexto político, social y económico complejo en el país. El gesto del Papa también puede leerse como una señal de apertura hacia un gobierno que, en más de una ocasión, tuvo una relación tirante con la Iglesia local.
