Las importaciones en Argentina podrían aumentar en torno a USD 15.000 millones en 2025, impulsadas por una mayor actividad económica y un tipo de cambio más bajo. Este salto en las importaciones, según un informe de la consultora Invecq, se debe a la reactivación económica del país, la eliminación del impuesto PAIS y un acceso más fluido a dólares oficiales para la compra de insumos, mientras que las exportaciones crecerían poco o nada por la caída en los precios agrícolas.
Factores que impulsan el crecimiento de las importaciones
Varios factores convergen para hacer que el volumen de importaciones se eleve significativamente durante el próximo año:
- Reactivación económica: El aumento en la demanda interna y el mayor consumo impulsarán la importación de bienes para abastecer el mercado.
- Tipo de cambio más bajo: Un dólar oficial más accesible abarata la compra de insumos importados, incentivando a las empresas a ampliar sus pedidos desde el exterior.
- Eliminación del impuesto PAIS: La medida derriba una barrera que anteriormente limitaba la entrada de productos importados, permitiendo que el comercio exterior se dinamice.
- Facilidad en el acceso a dólares: La fluidez en la obtención de divisas oficiales favorecerá a las empresas importadoras.
Impacto en la balanza comercial y en las reservas
El notable crecimiento de las importaciones se traducirá en un aumento del déficit en la cuenta corriente, dificultando la acumulación de reservas en el Banco Central. Los expertos advierten que, si no se compensan estos efectos, el país podría enfrentar mayores tensiones en el mercado financiero.
Carlos Melconian señaló en una entrevista por FM Milenium que “para que las reservas netas salgan de –USD 5.000 millones la única forma es conseguir plata por el canal financiero”, destacando la necesidad de un desembolso significativo del FMI o acceso a nuevos financiamientos en los mercados internacionales.
El Gobierno insiste con la posibilidad de que el desembolso inicial del FMI se ubique en torno a los USD 11.000 millones, cifra derivada del remanente ya aprobado en el acuerdo con el gobierno de Mauricio Macri en 2018, pero que aún no se distribuyó. Sin embargo, estas indefiniciones han generado cautela en los mercados, como lo evidenció el riesgo país, que ayer se elevó hasta los 677 puntos básicos, reduciendo la posibilidad de obtener financiamiento en dólares a corto plazo.
Perspectiva sobre la política cambiaria y el acuerdo con el FMI
Fernando Marull, en su último informe, subrayó que “vemos factible un nuevo acuerdo, pero el Gobierno probablemente no acceda a modificar su política cambiaria, mientras que el FMI tampoco estará dispuesto a desembolsar fondos frescos ahora si no se levantan los controles de cambio”. Marull prevé que el acuerdo final pueda implicar una posición intermedia sin una devaluación inmediata, lo que resultaría crucial para estabilizar las reservas.
El aumento estimado en las importaciones de USD 15.000 millones en 2025 representa un desafío para el equilibrio de la balanza comercial argentina. Mientras la reactivación económica impulsa el consumo de productos extranjeros, la debilidad en las reservas y el incremento del riesgo país obligan al Gobierno a depender en gran medida del financiamiento externo. En este contexto, el éxito del acuerdo con el FMI y la posibilidad de levantar los controles de cambio serán factores decisivos para que Argentina cumpla la promesa de salir del cepo antes del 1 de enero de 2026.