Crece la presión internacional sobre Israel por la crisis alimentaria en el enclave palestino. Organismos advierten que el hambre ya se convirtió en hambruna
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió este jueves que cerca de 6.000 camiones de ayuda humanitaria están detenidos sin poder ingresar a la Franja de Gaza, mientras la población enfrenta una crisis de hambre sin precedentes. La situación se agravó al punto que, según testimonios recogidos por medios internacionales, “el hambre está en todas partes”.
La denuncia de la ONU se produce en medio de un cruce de acusaciones con el gobierno de Israel, que sostiene haber permitido el ingreso de cientos de camiones al enclave, pero responsabiliza a los organismos internacionales por no recolectarlos ni distribuirlos con eficacia.
“No es un autoservicio”
Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, negó que la responsabilidad recaiga en las agencias de ayuda, y acusó a Israel de no otorgar los permisos necesarios para operar en el cruce de Kerem Shalom, donde se encuentran los vehículos con suministros. “No es un autoservicio de McDonald’s donde simplemente nos detenemos y recogemos lo que pedimos”, afirmó.
Organizaciones de ayuda aseguran que las restricciones impuestas por las fuerzas israelíes impiden no sólo el ingreso fluido de los camiones, sino también su circulación dentro del territorio. Actualmente, más del 87% de la superficie de Gaza está bajo órdenes de evacuación o bajo control militar israelí, lo que limita drásticamente la logística humanitaria.
Crisis humanitaria aguda
Según la ONU y otras agencias internacionales, la Franja de Gaza necesita al menos 600 camiones diarios para abastecer a su población de más de dos millones de personas. Sin embargo, el promedio actual de entregas no supera los 28 camiones por día.
El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, informó que 113 personas ya murieron por desnutrición desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023. Médicos y periodistas locales reportan que la hambruna no es una amenaza futura, sino una realidad presente y devastadora.
Distribución paralela y cuestionada
En paralelo, Israel y Estados Unidos apoyaron la creación de una nueva organización, la Fundación Humanitaria de Gaza (FHG), para canalizar la asistencia sin pasar por los mecanismos tradicionales de la ONU. Este sistema utiliza contratistas privados y despliegue militar, pero fue duramente cuestionado por organismos internacionales por su falta de garantías y por haber estado vinculado, según denuncias, a la muerte de más de mil personas mientras intentaban acceder a alimentos.
Condena internacional
La presión sobre Israel creció en los últimos días. Una declaración conjunta firmada por los cancilleres de Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Japón y países de la Unión Europea calificó de “inaceptable” el bloqueo de ayuda humanitaria y exigió a Tel Aviv cumplir con el derecho internacional humanitario.
En respuesta, las autoridades israelíes insisten en que facilitan el ingreso de suministros y niegan cualquier responsabilidad en la crisis. Alegan que el objetivo es evitar que la ayuda llegue a manos de Hamás.
Guerra sin tregua
El conflicto comenzó el 7 de octubre de 2023 tras un ataque de Hamás que dejó 1.200 muertos y más de 250 personas secuestradas, según datos del gobierno israelí. Desde entonces, los bombardeos sobre Gaza causaron más de 59.000 muertos, entre ellos más de 17.000 niños, de acuerdo al Ministerio de Salud de Gaza.
Mientras tanto, millones de gazatíes viven hacinados, con acceso limitado al agua, alimentos, medicinas y electricidad. La ONU alertó que la situación ya no es sólo alarmante, sino insostenible.