El expresidente Alberto Fernández ha sido imputado por lesiones graves doblemente agravadas por el vínculo y amenazas coactivas, en el marco de la causa por violencia de género iniciada por su expareja Fabiola Yañez. La acusación, que marca un giro significativo en la carrera del exmandatario, fue presentada por el fiscal Ramiro González, quien también ha citado a varios testigos y ordenado múltiples medidas de prueba para avanzar en la investigación.
Entre los testigos convocados se encuentran personas cercanas al entorno de la pareja, como María Cantero, Federico Saavedra, Sofía Pacchi, Alicia Barrios, y Daniel Rodríguez. Además, Miriam Yañez Verdugo, madre de Fabiola, también ha sido llamada a declarar. El fiscal ha solicitado las grabaciones de las cámaras de seguridad de la Casa de Huéspedes en la Quinta de Olivos, donde se presume ocurrieron algunos de los hechos denunciados entre 2021 y 2023, así como el registro de ingresos del médico presidencial.
Las pruebas recogidas hasta el momento han sido consideradas suficientes para sustentar la acusación contra Fernández. Fuentes judiciales han indicado que el exmandatario habría amenazado a Yañez para que no declarara, un hecho que agrava aún más su situación legal.
Las declaraciones de Fabiola Yañez
La ex primera dama, que amplió su declaración desde Madrid mediante una videollamada, expuso que los primeros episodios de violencia física ocurrieron en 2016, durante su convivencia con Fernández en un departamento en Puerto Madero. En su relato, Yañez mencionó que durante ese año estuvo embarazada y que Fernández la presionó para que abortara, diciéndole: «Tenés que resolverlo, tenés que abortar». Este episodio fue seguido por un período de separación, tras el cual la pareja se reconcilió.
Yañez también relató cómo comenzó a experimentar problemas con el alcohol, los cuales vinculó con la pérdida del embarazo y las agresiones físicas que comenzaron poco después. Según sus declaraciones, las agresiones se intensificaron con el tiempo, llegando a su punto culminante en 2021, cuando Fernández supuestamente le propinó un golpe de puño que le dejó un ojo morado.
La defensa de Alberto Fernández
La defensa de Alberto Fernández, liderada por la abogada Silvina Carreira, ha cuestionado la validez de la declaración de Yañez, argumentando que no se le permitió participar en la audiencia en la que la ex primera dama amplió su denuncia. Carreira ha manifestado su intención de solicitar la nulidad de la declaración, basándose en que su ausencia en la audiencia afecta los derechos constitucionales de su cliente.
Carreira también ha señalado la aparente contradicción en la situación de Yañez, quien ha realizado declaraciones públicas extensas sobre su condición de víctima, mientras que la defensa no pudo formular preguntas durante su testimonio judicial.
El juez federal Julián Ercolini tiene ahora la responsabilidad de decidir sobre la petición de trasladar la causa a la justicia federal de San Isidro, planteada por la defensa de Fernández. La estrategia del expresidente se centra en que los hechos denunciados ocurrieron principalmente en la Quinta de Olivos, lo que podría justificar un cambio de jurisdicción.
Mientras tanto, la causa sigue su curso, con nuevos testimonios y pruebas que podrían determinar el futuro judicial de Alberto Fernández. La situación es observada de cerca por la opinión pública, dada la gravedad de las acusaciones y las implicaciones políticas de este caso de violencia de género.