El senado italiano dio media sanción al proyecto que limita la ciudadanía: cómo afecta a los Argentinos
La reforma será debatida en Diputados la semana próxima. El gobierno descuenta su aprobación ya que domina la cámara.
La reforma que pone trabas al acceso a la nacionalidad italiana y que afectaría a miles de argentinos quedó más cerca de concretarse. El Senado aprobó este jueves el decreto elevado por el gobierno de la premier Giorgia Meloni que modifica el proceso de reconocimiento para acceder a la ciudadanía italiana.
El texto pasará ahora a la Cámara de Diputados y se espera que la votación final tenga lugar la próxima semana. El oficialismo anticipa una aprobación sin sobresaltos, dado que cuenta con mayoría en esa cámara.
Desde el gobierno celebraron la aprobación en el Senado. “Es un paso muy importante”, declaró el canciller Antonio Tajani, quien defendió la reforma con el argumento de que busca devolverle a la ciudadanía “un vínculo auténtico con Italia, no solo burocrático, sino también cultural, cívico e identitario”.
Qué cambia con la reforma
Hasta ahora, la ciudadanía italiana por descendencia no tenía límite generacional. Esto permitía a hijos, nietos, bisnietos o tataranietos de italianos tramitar su reconocimiento sin importar cuántas generaciones hubieran pasado desde la emigración. Con la reforma, ese acceso se restringe de forma drástica.
El nuevo texto establece que solo podrán obtener la ciudadanía quienes tengan un antepasado de primer o segundo grado nacido en Italia: es decir, padre, madre, abuelo o abuela. A partir de la aprobación definitiva de la ley, los italianos nacidos en el exterior ya no podrán transmitir automáticamente la ciudadanía a sus hijos.
La medida apunta directamente a países como Argentina o Brasil, donde millones de personas con ascendencia italiana habían accedido al pasaporte europeo en los últimos años. “La nacionalidad no puede ser un instrumento para poder viajar a Miami con un pasaporte europeo”, había declarado Tajani en marzo.
Un cambio que afecta a miles de familias Argentinas
Se estima que casi un millón de italianos residen en la Argentina, en su mayoría descendientes de inmigrantes que llegaron entre fines del siglo XIX y comienzos del XX. Muchos argentinos venían gestionando la ciudadanía para sus hijos, sobrinos o nietos, aprovechando la apertura del régimen de ius sanguinis vigente desde 1992.
La reforma aprobada en el Senado por 81 votos a favor y 37 en contra introduce una serie de restricciones que, según el gobierno de Meloni, buscan prevenir abusos y garantizar un proceso “más serio, consciente y transparente”.
“La ciudadanía no se excluye, se responsabiliza. No se elimina, se redefine con compromiso”, sostuvo Tajani, en una defensa que muchos consideraron un cierre simbólico para quienes mantienen vínculos lejanos con Italia, aunque culturales o emocionales.
El debate final en Diputados será clave para definir si este nuevo criterio se convierte en ley. De aprobarse sin cambios, miles de descendientes argentinos quedarán fuera de la posibilidad de acceder al reconocimiento de ciudadanía, salvo que puedan acreditar un vínculo directo con abuelos o padres nacidos en territorio italiano.