El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, se pronunció firmemente en contra de las fiestas electrónicas, afirmando que estas representan un riesgo significativo para la salud y seguridad de los jóvenes. Durante una reciente evaluación sobre la clausura de estos eventos, Jaldo destacó que “las fiestas electrónicas son beneficios para algunos cuantos y perjuicios para mucha otra gente”.
El gobernador subrayó la preocupación por el consumo de drogas en estos eventos, señalando que “en las fiestas electrónicas ganan plata dos o tres personas, y corren el riesgo muchos jóvenes que concurren a ellas”. En su discurso, Jaldo recordó que ya se han reportado fallecimientos relacionados con el consumo de drogas en fiestas electrónicas, tanto a nivel nacional como en Tucumán.
“Por eso, este gobernador las va a prohibir hasta que no se garantice el 100% de lo que tiene que ver con la salud y la vida de los que concurren”, afirmó Jaldo. Además, instó a los organizadores a hacerse responsables de cualquier incidente que ocurra durante estos eventos y a responder ante la justicia si es necesario.
“No por tres o cuatro personas que quieran hacer algunos dineros más, vamos a exponer a los jóvenes tucumanos al consumo de drogas”, afirmó el gobernador. Jaldo enfatizó que solo se reconsiderará la autorización para estas fiestas cuando se establezcan las garantías necesarias para la seguridad de los asistentes.
El gobernador también hizo hincapié en su compromiso de “preservar la vida y la salud”, señalando que la lucha contra el consumo de sustancias tóxicas es una prioridad. En este sentido, recordó que se ha sancionado la Ley del Narcomenudeo y que en Tucumán ya hay más de 400 condenas relacionadas con la venta de drogas. “Estamos secuestrando grandes cantidades de cocaína, marihuana y otras sustancias tóxicas en la provincia. No vamos a ceder y no vamos a claudicar”, afirmó con firmeza.
La postura del gobernador resuena con un llamado a la responsabilidad y la protección de los jóvenes, en un contexto donde el consumo de drogas y los riesgos asociados a las fiestas electrónicas han generado un debate sobre la seguridad y el bienestar de la comunidad.