Este 27 de enero se conmemoran 80 años de la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau, un símbolo del horror perpetrado por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Más de un millón de personas, en su mayoría judíos, fueron asesinadas en este lugar que representa el genocidio y la brutalidad de la «solución final» nazi. En esta jornada, el mundo recuerda a las víctimas, honra a los sobrevivientes y reflexiona sobre la importancia de combatir el antisemitismo, que, según expertos, está resurgiendo de manera preocupante a nivel global.
Un día para recordar y reflexionar
El 27 de enero de 1945, el Ejército Rojo soviético liberó Auschwitz, ubicado en Oswiecim, Polonia. En el lugar, encontraron apenas 7.000 sobrevivientes, muchos de ellos al borde de la muerte. Este campo, que inicialmente fue construido como prisión para polacos, se convirtió en el mayor centro de exterminio del régimen nazi a partir de 1942. En él, se calcula que perecieron más de 1,1 millones de personas, de las cuales alrededor de un millón eran judíos.
El impacto de Auschwitz no se limita al pasado. Sobrevivientes, historiadores y líderes mundiales han señalado la importancia de recordar este capítulo oscuro para evitar que la historia se repita. Cientos de actos conmemorativos se llevan a cabo en todo el mundo, destacando los testimonios de quienes vivieron el horror y promoviendo la lucha contra el odio y la discriminación.

Supervivientes y testimonios que conmueven
Margot Friedlander, una superviviente del Holocausto de 103 años, participó en los actos conmemorativos y compartió su historia. “Perdí a toda mi familia. Lo que ocurrió entonces no ha dejado de estar presente para mí”, expresó con emoción. También lanzó una advertencia sobre el presente: “Entonces también empezó con pequeños actos de odio. Tengan cuidado. Respeten a las personas. Eso es lo más importante”.
Otro testimonio es el de Janina Iwanska, una farmacéutica jubilada de 94 años que sobrevivió a Auschwitz-Birkenau. Sus recuerdos y los de otros supervivientes son fundamentales para transmitir a las nuevas generaciones el alcance de este crimen monstruoso.

El antisemitismo y los desafíos actuales
El canciller alemán, Olaf Scholz, recordó la responsabilidad histórica de Alemania. “No podemos pasar página ni permitir que lo sucedido caiga en el olvido”, afirmó durante un encuentro con comunidades judías. Scholz expresó su preocupación por el aumento del antisemitismo en Europa, especialmente a través de las redes sociales, y subrayó que la memoria del Holocausto no es solo histórica, sino también profundamente personal.
Por su parte, Volker Turk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, alertó sobre el crecimiento “galopante” del antisemitismo a nivel mundial. “Los judíos enfrentan una creciente intimidación, amenazas y violencia, tanto en las calles como en Internet”, declaró. Turk también denunció que el odio y la deshumanización aún predominan en muchas partes del mundo y llamó a la acción inmediata para preservar la diversidad y la dignidad humana.
El legado de Auschwitz y el futuro de la memoria
Auschwitz fue el epicentro del plan nazi para exterminar a los judíos europeos. Entre los años 1942 y 1944, trenes cargados de hombres, mujeres y niños llegaban al campo desde distintos puntos de Europa. Muchos de ellos eran asesinados en cámaras de gas al poco tiempo de su llegada. Este genocidio planificado dejó una huella imborrable en la historia de la humanidad.

Hoy, las ceremonias conmemorativas en el antiguo campo de Auschwitz-Birkenau reúnen a líderes de todo el mundo. Los eventos incluyen recorridos por las instalaciones, exhibiciones de objetos personales de las víctimas y testimonios en vivo de los últimos supervivientes. El presidente polaco, Andrzej Duda, destacó la importancia de estos encuentros: “Es nuestra responsabilidad transmitir estas historias a las nuevas generaciones para que comprendan la magnitud de lo sucedido y lo que está en juego si permitimos que el odio crezca”.
Un recordatorio para la humanidad
Auschwitz no solo representa el horror de un pasado atroz, sino también una lección para el presente y el futuro. La memoria de este lugar nos desafía a luchar contra el antisemitismo, la intolerancia y cualquier forma de odio que amenace la dignidad humana.